POR LO DERECHO.
Hacia una Cultura de la Legalidad en México
Contenido
• Presentación. Sylvia Pérez Campuzano
• La participación ciudadana como muestra de nuestra postura ética. Rosa María Olvera G.
• La Iniciativa Mérida y la implementación de la Cultura de la Legalidad en México. María de los Ángeles Estrada González
• El maltrato infantil, un obstáculo para la Cultura de la Legalidad. Gaudencio Rodríguez Juárez
• Hacia una pedagogía de la legalidad. Vidal Schmill Herrera
• Medios de comunicación: en los límites de la Legalidad. Margarita Jiménez Urraca
• Cultura de la Legalidad, el eje básico para el fortalecimiento de la seguridad en México. Francisco Rivas
• Si queremos innovación, necesitamos legalidad. Kiyoshi Tsuru y Patricio González
• Sobre los autores
Síntesis
El libro presenta siete artículos de diferente temática, unidos por el eje común de la Cultura de la Legalidad, concepto transversal a todas las materias y actividades humanas, que ha tenido difusión en los últimos tiempos pero cuyo real significado la mayoría desconoce. Esta publicación busca difundir los principios y valores que sustentan la Cultura de la Legalidad.
Así mismo, su objetivo es mostrar el impacto que tiene para una sociedad, que sus integrantes se comporten dentro de los principios de la Cultura de la Legalidad, tanto como el que representa que la incumplan, que vivan alejados de ella en cualquier ámbito de la vida. En los diferentes textos queda de manifiesto que sin Cultura de la Legalidad no se podrá lograr un real Estado de Derecho.
Los distintos artículos que conforman el libro están escritos por reconocidos especialistas; en sus textos encontrará el lector análisis fundamentados.
El libro inicia con el artículo de la Mtra. Ma. de los Ángeles Estrada quien escribe sobre la Iniciativa Mérida, sus orígenes y cómo este acuerdo de cooperación con Estados Unidos redefinió las relaciones diplomáticas entre ambos países, con el fin de trabajar en estrecha colaboración en el combate al tráfico de drogas, al crimen organizado y al lavado de dinero en la región del centro y norte de América. Explica su evolución de 2007 a la fecha, así como las razones por las que se agregó a la Iniciativa el pilar de la Cultura de la Legalidad.
La Dra. Rosa María Olvera, pone de manifiesto la postura ética que debemos observar como ciudadanos así como el derecho y la obligación que tenemos de participar dentro de la sociedad, ya que somos corresponsables -por acción u omisión- de lo que sucede en nuestra comunidad, colonia, delegación, municipio, estado, y finalmente en nuestro país. Enfatiza que la clave para una postura ética es ser capaces de elegir en plena libertad nuestros actos.
Tener Cultura de la Legalidad no significa aprenderse de memoria las leyes, aclara, sino nuestra postura comprometida ante ellas y el ser participante activo de la historia de la sociedad en donde vive.
El Lic. Gaudencio Rodríguez Juárez toca el tema del maltrato infantil, y cómo los abusos y descuidos a temprana edad por parte de los padres, madres o tutores, se convertirán más tarde en obstáculos para alcanzar la Cultura de la Legalidad. Se adentra en el proceso de humanización y en el que lleva a la adquisición de los primeros sentimientos de moral en el infante. Aporta cifras duras y conmovedoras sobre la violencia que impera en los hogares mexicanos hacia la infancia.
Afirma, como conclusión, que una persona bien tratada, será un buen ciudadano. De ahí la importancia de trabajar en la promoción del buen trato de niños y niñas.
Como una continuidad lógica al artículo anterior, el Lic. Vidal Schmill reflexiona sobre la posibilidad de transmitir los principios de Cultura de la Legalidad por medio de los procesos educativos y para ello examina los principios Naturaleza vs. Crianza, o sea la disyuntiva de si el comportamiento humano es heredado y determinado biológicamente o si los humanos están “libres” de la influencia biológica ya que la crianza y las vivencias son las que determinan la personalidad del ser humano. De esta manera contrapone los conceptos de predisposición y predeterminación.
Finalmente, demuestra la factibilidad de una educación para la legalidad y orienta en su texto hacia una pedagogía de la legalidad, proponiendo algunas alternativas pedagógicas viables y productivas para alcanzar este propósito. A la vez comparte con el lector algunas sugerencias para guiar la educación de los hijos.
La Lic. Margarita Jiménez Urraca descubre los límites en que navegan los medios de comunicación con respecto a la legalidad. En su frase: “El vértice de coincidencia entre legalidad y legitimidad son los intereses” coloca al lector en donde quiere que esté: en la cuerda floja. De ahí deriva que los comunicadores transitan por una frágil frontera entre la legitimidad y la ilegalidad. Pero también se remonta a las razones de origen que ocasionan ese problema.
Plantea el problema de que la palabra difundida en los medios se convierte en hechos verdaderos legitimados por las cadenas de comunicación y creídos totalmente por la sociedad. Es cuando la percepción se torna realidad.
Concluye afirmando que el impulso a la Cultura de la Legalidad corresponde a tres actores fundamentales: la autoridad, los medios y la sociedad y los invita a trabajar por ella.
El Dr. Francisco Rivas, parte de que la Cultura de la Legalidad es el eje básico para el fortalecimiento de la seguridad en México y presenta cifras sustentadas en sus investigaciones y las de otras instituciones. Considera que las políticas gubernamentales en materia de seguridad son ineficaces por lo que se mantiene activo el problema de inseguridad humana en México.
Revisa, además, las diversas etapas del desarrollo moral y cómo se inserta la Cultura de la Legalidad en ellas. Afirma que hay necesidad de cambiar de paradigma y revertir el proceso de ilegalidad, redescubriendo y reaprendiendo los beneficios del respeto a la ley, lo cual es una tarea compleja y de largo aliento, así como que es fundamental que el Estado acompañe el combate al delito con acciones en materia de prevención, de rehabilitación y de reformas institucionales.
En el último de los artículos, los licenciados Kiyoshi Tsuru y Patricio González Granados dicen: Si queremos innovación, necesitamos legalidad. Nos enfrentan sin ambages, a través de aserciones o dichos, a nuestra realidad: “El que tranza no avanza”; “Obedézcase pero no se cumpla.” “Hacer como que hacemos y hacer como que pagamos”, o bien el “Aquí no pasa nada”, así como el hecho de que se aplica y/o cumple la ley cuando nos place, de forma flexible y campechana.
Para adaptarnos a esta realidad, señalan, hemos desarrollado socialmente mecanismos de defensa basados en la indiferencia, la complicidad, la eliminación de la solidaridad, la poca sensibilidad a la desgracia ajena o colectiva. Pero el meollo de todo ello es la afirmación de que el incumplimiento de la ley, la corrupción y la impunidad son un cáncer que lesiona la posibilidad de llegar a tener un México competitivo así como impide el desarrollo de la creatividad para la innovación.
